Saúl Acevedo partió de su casa en la delegación Iztapalapa. En su camioneta se asoman las maletas sujetadas por sus familiares más pequeños, quienes se cubren del fuerte viento.
El padre de familia comentó que sus vacaciones no serían lejos del Distrito Federal, “nada más a Cuernavaca”. El tráfico afectó su paso para salir de la ciudad, pero no por manifestaciones o accidentes, sino por el número de personas que como él buscan salir de la capital mexicana.
Capitalinos y habitantes del Estado de México, acompañados de sus familias, aprovecharon para huir de la capital y refugiarse en Cuernavaca y Acapulco. Muchos de ellos no escucharon hablar sobre probables bloqueos en las casetas por parte de los profesores de Guerrero, quienes exigen una ley de educación, por lo que no tomaron previsiones para apaciguar su viaje.
En las redes sociales reinaba la incertidumbre, porque los amagos de los maestros apenas fueron mitigados con una tregua que anunciaron hasta anoche alrededor de las 20:00 horas.
Adrián Herrera, quien salió desde el centro del DF, indicó que se dirigía al estado de Guerrero. Se quejó porque el tráfico para salir de la ciudad estaba muy “pesado”.
Juan Miranda, del Estado de México, tuvo una mejor suerte, ya que al acceder a la autopista, cerca de las 18:00 horas, no se topó con automovilistas que hicieran su paso más lento para dirigirse a Guerrero.
La entrada de la autopista México-Cuernavaca de cuota registró una afluencia regular por la salida de vacacionistas, quienes aprovecharon el puente de Semana Santa para salir de la zona conurbana.
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